En la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA desarrollan envases comestibles para alimentos más saludables. Son películas transparentes para envolver frutas y hortalizas como caramelos. En la tendencia a bajar los índices de obesidad, en especial la infantil, los especialistas en tecnología de alimentos trabajan para que golosinas y snacks puedan ser reemplazados por trozos de frutas u hortalizas listos para comer, como si fueran caramelos, pero con un adecuado aporte nutricional y menos calorías. Pero ¿cómo mantener las propiedades intactas de estos productos y, además, evitar que se adhieran entre sí en la bolsita en que estarán contenidos para su venta en los comercios?. La solución parece ser un envoltorio comestible que permita mantenerla humedad, el sabor y la textura y, al mismo tiempo, evitar no sólo la adherencia entre sí, sino también la contaminación con hongos, levaduras o bacterias. "Se trata de películas que se pueden aplicar sobre los alimentos y que actúan como soporte de antimicrobianos y antioxidantes", explicó a Universidata la doctora Lía Gerschenson, investigadora del Conicet y profesora en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la UBA. "Hicimos una prueba con trocitos de calabaza endulzados y se evitó nosólo la contaminación, sino también que se adhirieran unos a otros", asegura Gerschenson