Declaración de repudio de distintos agrupamientos de juventudes políticas, sociales, sindicales, estudiantiles, ante la persecución política y mediática de los dirigentes sociales populares, la campaña de deslegitimación de las organizaciones sociales y la creación de un clima de desestabilización política.
En las últimas semanas venimos presenciando una intensa campaña de difamación sobre los dirigentes y referentes populares, así como también la instalación política-mediática de un cierto clima de “violencia”, “caos” y “desmadre social”.
Desde las editoriales de ciertos medios de comunicación, sectores políticos y agrupamientos empresariales se pretende reeditar la imagen del “caos” y de desmadre político-social, utilizada sistemáticamente cuando ciertos pescadores necesitan revolver el río para poder pescar. A esta imagen contribuye, como parte de la creación de un nuevo demonio, la figura de la supuesta “violencia armada” a cargo de ejércitos de “piqueteros”, que supuestamente se podrían contar por cientos de miles (dicho sin ninguna prueba); lo que es acompañado por la tremenda intensificación de la embestida contra los dirigentes sociales populares, que tuvo entre sus últimos blancos a la dirigente social Milagro Sala, perteneciente a la organización popular Tupac Amaru (ejemplo nacional de la construcción y militancia para la inclusión social).
El mismo hecho de hablar peyorativamente de “piquetero” y de organizaciones “piqueteras” (convirtiendo dicha palabra en un estigma negativo) en vez de hablar de organizaciones sociales o movimientos sociales tiene el claro fin de golpear sobre estas organizaciones. Llamar por cierta forma de lucha a determinadas organizaciones es una clara manera de deslegitimarlas ya que se oculta lo que verdaderamente son, a quiénes expresan y organizan, y su trabajo constante para cambiar la realidad. Porque lo que se busca es construir la imagen de “piquetero” o de dirigente gremial “violento”, “corrupto”, “vago”, “que moviliza por el pancho y la coca”, etc., para destruir a los actores reales que pelean para distribuir la riqueza a favor de las mayorías.
Por ello, no se les denominaba “piqueteros” a los sectores que cortaron todas las rutas del país en pleno conflicto por la distribución de la renta agraria, sino que se les denominaba como “gente” y “productores rurales” (en muchos casos faltando a la verdad).
Esta persecución contra los dirigentes y organizaciones populares y la gestación de un clima de “desmadre social” tienen como objetivos frenar el avance popular reflejado en las numerosas conquistas políticas y sociales logradas estos últimos años, cristalizadas en políticas de gobierno, que son producto y pueden sostenerse a partir del avance de la organización, la conciencia, la unidad y la movilización del movimiento nacional, en el marco de un contexto histórico favorable, es decir, de un nuevo momento histórico, una nueva oportunidad histórica que permite desarrollar una alternativa al neoliberalismo por parte de los pueblos latinoamericanos.
Como juventud queremos desenmascarar y repudiar enérgicamente las operaciones que pretenden frenar el avance del proyecto nacional, popular y latinoamericano, y producir un clima de desestabilización política para cambiar las relaciones de fuerzas a favor de los sectores económicos monopólicos y su proyecto financiero sojero-exportador excluyente.
Juventud CTA, Encuentro Nacional Popular y Latinoamericano, Federación Juvenil Comunista, Juventud Socialista (prov. Buenos Aires), Juventud de Militancia Social, Juventud Movimiento Evita (Capital), Juventud de Fierro, Juventud de UTE , Corriente Política Enrique Santos Discépolo, JP La Cámpora
viernes, 6 de noviembre de 2009
lunes, 17 de agosto de 2009
FUTBOL PARA TODOS!! Rebelión en cancha
En la noche del martes, y tras una sesión de más de una hora, 102 clubes afiliados a la Asociación del Fútbol Argentino decidieron por unanimidad cortar las ataduras que lo ligaban a Televisión Satelital Codificada (empresa que monopolizaba los derechos del fútbol).
La negativa de la empresa a coparticipar con las entidades algo más que el magro 3% del rentable negocio en el que estaban asociadas fue el detonante para que luego de 18 años el vínculo entre la empresa, compartida entre el Grupo Clarín y TyC, y la AFA llegara a su fin.
“La AFA tomó esta decisión por incumplimiento de contrato por parte de la empresa TSC y sus asociados. La AFA considera que se la ha perjudicado fuertemente y comenzará a estudiar a partir de mañana (por el miércoles) con sus abogados, los pasos legales a seguir”, anunció el vocero.
Para el beneplácito de millones de hinchas del fútbol, que no tenían acceso al codificado, pasadas las 20:30 horas el vocero de la Asociación (el periodista Cherquis Bialo) dio la esperada conferencia de prensa donde además se anunció el retorno del fútbol para el 21 de agosto con o sin televisión en vivo.También anunció que a partir de ese momento la máxima entidad del fútbol nacional abría sus puertas a nuevas propuestas de negociación para acceder a la televisación de los encuentros que organice.
Cabe aclarar que decisión tomada por la AFA fue respaldada tanto por el ente supremo del fútbol mundial como por centenas de instituciones afiliadas indirectamente a través de las ligas del interior de nuestro país, dando una muestra del masivo rechazo a la mala distribución de los ingresos generados; que con el pasar de los años terminó convirtiendo a la empresa en amo y señor del fútbol y a los clubes en meros esclavos de la actividad.
Tanta diferencia hay hoy entre unos y otros que los clubes eligieron cortar el vínculo pero pidieron protección judicial a la AFA temiendo las absurdas represalias legales que pretenda iniciar el poderoso ex dueño del gol.
Es evidente que el desequilibrio generado en esta redistribución otorgó excesivo poder al Grupo consignatario de los derechos de televisión, que año a año fue creciendo desmesuradamente y como un pacman le comía socios a los clubes para sumarlos al cable (que también es de ellos).
También la empresa se encargaba, desde hace años, de armar los fixtures de los torneos a dedo y según su conveniencia, sin importarle por caso ubicar para la misma fecha un Boca-River en La Boca y un Racing-Independiente a solo 35 cuadras de allí.
Preocupándose de “la violencia” solo y recién en la tapa de su diario al día siguiente.La pelota vuelve a correr, probablemente, el próximo fin de semana. Esperemos que pronto todos podamos disfrutarlo por televisión.
Al menos ya sabemos que los clubes votaron a favor de los hinchas y (se vean en vivo o no) los goles no quedarán depositados en la caja fuerte hasta el domingo a la noche.
Nota de Opinión: "JUVENTUD UNIVERSITARIA PERONISTA"
miércoles, 17 de junio de 2009
Los medios y la campaña electoral Por Luciano Sanguinetti *
Los medios se metieron en la campaña electoral... y la campaña electoral en los medios. ¿Cómo lo hacen? ¿Cómo juegan sus intereses? Luciano Sanguinetti opina sobre la forma como se incluyen los medios en la campaña y acerca de cómo el público genera sus propios recursos de comunicación. Y Carlos De Angelis rescata elementos para reflexionar acerca de la vigencia de la prensa escrita, quiénes la abandonan y quiénes siguen optando por este medio.
Habría que celebrar esta campaña electoral. Y celebrar dos cosas: el trabajo de los medios de comunicación y el trabajo de la gente.
Vayamos por lo primero: los medios. Desde los que se dedican a la información hasta los que hacen entretenimiento.
En realidad, desde la refundada democracia en el ’83 hasta ahora, probablemente nunca fueron más objetivos. Digo, más objetivos en mostrar y demostrar cuáles eran y son sus intereses. Todos.
¿Es malo eso?
No. Lo que no tiene es remedio.
Porque de algún modo sería ingenuo suponer que, como actores políticos en la sociedad, los medios no tienen (y defienden) sus intereses.
Que sus productos sean noticias (es decir, construcciones simbólicas sobre cómo es el mundo y sus avatares cotidianos) no los excomulga del resto de las otras industrias dedicadas a elaborar mercancías que circulan también en este mundo.
¿No habrá que exigirles a esta altura, como al resto de las otras mercancías, un mínimo de calidad?
Sí. Porque nunca antes actuaron de manera más desembozada. Y juegan con fuego.
“Bueno, no es para tanto; no afectan la salud”, nos dirá exculpándose algún empresario periodístico.
¿Pero las sociedades no se enferman también?
Digresión: la semana pasada un diario porteño tituló en su tapa, para referirse a las colas que había en los hospitales: “Gripe A: colapsan servicios médicos y piden cautela”. Enseguida recordé la Alemania de los años ’30, y aquel film genial de Ingmar Bergman, El huevo de la serpiente. Recordé a Orson Welles y su radioteatro sobre la invasión marciana, del ’38, previo a la Segunda Guerra Mundial. Y recordé también que aquí nomás desaparecieron 30.000 personas y apenas si hubo alguna gacetilla que decía “subversivos caen en un enfrentamiento”.
La pregunta es por qué ahora sí y antes no.
Sencillamente porque antes los partidos políticos no eran tan débiles y la gente no estaba tan expuesta a los medios. Más lo segundo que lo primero.
Que una encuesta diera por resultado que un 15 por ciento de los porteños admitiera que “Gran cuñado” tendrá influencia en su decisión electoral no hace más que confirmarlo.
Que en ese mismo programa, Francisco de Narváez reconociera cuánto lo estaba ayudando el programa, cierra el círculo. A confesión de parte, relevo de prueba.
En los Estados Unidos tienen una práctica saludable: los periódicos informan un tiempo antes de las elecciones a qué candidato apoyan. Eso daría a los medios una mayor transparencia. Porque la transparencia no supone desinterés: nadie está ajeno a las disputas y conflictos que hacen la historia.
Quienes dicen actuar por desinterés, en realidad demuestran que creen estar por encima de los demás.
¿Quién puede estar en una democracia por encima de los demás?
Nadie. O en todo caso, sólo aquellos que saben o suponen que sus intereses no deben estar sometidos al escrutinio público.
¿Y la gente?
La gente porque nunca también como antes se involucró tanto políticamente. Y no solo se involucró sino que armó sus propios medios, especialmente las redes, los celulares, las pantallas de YouTube, los blogs, para hacerse sentir y trabajar, por fuera de la estructura monopolizadora de la información que imponen las grandes corporaciones mediáticas.
La blogósfera se llenó de ciberactivistas, de militantes, de ciudadanos preocupados por el país y por los medios, haciendo una suerte de contrainformación permanente.
Nunca como antes el instrumento político fundamental del juego democrático (la comunicación y los medios que la hacen posible) se ha sometido a ese escrutinio público.
Y más, mucho más, los jóvenes y no tan jóvenes.
Pienso: si la globalización fragmenta la sociedad y concentra poder, no hay otro medio para enfrentarla que transparentando el poder y democratizando la sociedad y sus medios.
Todos.
Vayamos por lo primero: los medios. Desde los que se dedican a la información hasta los que hacen entretenimiento.
En realidad, desde la refundada democracia en el ’83 hasta ahora, probablemente nunca fueron más objetivos. Digo, más objetivos en mostrar y demostrar cuáles eran y son sus intereses. Todos.
¿Es malo eso?
No. Lo que no tiene es remedio.
Porque de algún modo sería ingenuo suponer que, como actores políticos en la sociedad, los medios no tienen (y defienden) sus intereses.
Que sus productos sean noticias (es decir, construcciones simbólicas sobre cómo es el mundo y sus avatares cotidianos) no los excomulga del resto de las otras industrias dedicadas a elaborar mercancías que circulan también en este mundo.
¿No habrá que exigirles a esta altura, como al resto de las otras mercancías, un mínimo de calidad?
Sí. Porque nunca antes actuaron de manera más desembozada. Y juegan con fuego.
“Bueno, no es para tanto; no afectan la salud”, nos dirá exculpándose algún empresario periodístico.
¿Pero las sociedades no se enferman también?
Digresión: la semana pasada un diario porteño tituló en su tapa, para referirse a las colas que había en los hospitales: “Gripe A: colapsan servicios médicos y piden cautela”. Enseguida recordé la Alemania de los años ’30, y aquel film genial de Ingmar Bergman, El huevo de la serpiente. Recordé a Orson Welles y su radioteatro sobre la invasión marciana, del ’38, previo a la Segunda Guerra Mundial. Y recordé también que aquí nomás desaparecieron 30.000 personas y apenas si hubo alguna gacetilla que decía “subversivos caen en un enfrentamiento”.
La pregunta es por qué ahora sí y antes no.
Sencillamente porque antes los partidos políticos no eran tan débiles y la gente no estaba tan expuesta a los medios. Más lo segundo que lo primero.
Que una encuesta diera por resultado que un 15 por ciento de los porteños admitiera que “Gran cuñado” tendrá influencia en su decisión electoral no hace más que confirmarlo.
Que en ese mismo programa, Francisco de Narváez reconociera cuánto lo estaba ayudando el programa, cierra el círculo. A confesión de parte, relevo de prueba.
En los Estados Unidos tienen una práctica saludable: los periódicos informan un tiempo antes de las elecciones a qué candidato apoyan. Eso daría a los medios una mayor transparencia. Porque la transparencia no supone desinterés: nadie está ajeno a las disputas y conflictos que hacen la historia.
Quienes dicen actuar por desinterés, en realidad demuestran que creen estar por encima de los demás.
¿Quién puede estar en una democracia por encima de los demás?
Nadie. O en todo caso, sólo aquellos que saben o suponen que sus intereses no deben estar sometidos al escrutinio público.
¿Y la gente?
La gente porque nunca también como antes se involucró tanto políticamente. Y no solo se involucró sino que armó sus propios medios, especialmente las redes, los celulares, las pantallas de YouTube, los blogs, para hacerse sentir y trabajar, por fuera de la estructura monopolizadora de la información que imponen las grandes corporaciones mediáticas.
La blogósfera se llenó de ciberactivistas, de militantes, de ciudadanos preocupados por el país y por los medios, haciendo una suerte de contrainformación permanente.
Nunca como antes el instrumento político fundamental del juego democrático (la comunicación y los medios que la hacen posible) se ha sometido a ese escrutinio público.
Y más, mucho más, los jóvenes y no tan jóvenes.
Pienso: si la globalización fragmenta la sociedad y concentra poder, no hay otro medio para enfrentarla que transparentando el poder y democratizando la sociedad y sus medios.
Todos.
* Docente e investigador de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.
domingo, 31 de mayo de 2009
¿Y al final, el partido del campo, dónde está? *Por N. Giarracca
Durante el conflicto de campo-gobierno nacional de 2008, mucho se especuló con la posibilidad de que los gremios rurales armaran su propio partido político; intelectuales cercanos al gobierno lo planteaban como el armado de una nueva derecha partidaria.
A casi un año de aquellas especulaciones, y frente a las listas que se presentan el 28 de junio, vale la pena reflexionar sobre el campo en el escenario electoral.
No hace falta demostrar que no hubo “partido del campo” y como siempre los ruralistas se quedaron con modos indirectos de influir en el poder político.
En realidad, durante el paro agrario de 2008 no hubo ningún indicio que condujera a pensar que ese partido se formaría; es decir no había tradición histórica ni presente que mostrara esa resolución.
Los sectores poderosos del campo supieron influir de modos muy diversos en el poder político durante gran parte del siglo XX; por un lado atacaron y desestabilizaron despiadadamente a los gobiernos de períodos democráticos que proponían una política económica que diera lugar a una estructura productiva heterogénea y redistributiva.
Los procesos de industrialización se financiaban vía impuestos a la renta agraria (no a la ganancia sino la sobreganancia generada por la fertilidad de la tierra), y entonces los sectores agrarios de Sociedad Rural Argentina (SRA) y Confederaciones Rurales Argentina (CRA) respondían de modo corporativo y acudían a cualquier recurso para evitar esa situación. Es más, cuando se sentían muy amenazados en esa dirección apoyaban golpes militares de Estado.
Mientras tanto los pequeños y medianos agricultores de la Federación Agraria Argentina (FAA) generalmente corrían la misma suerte que sus aliados industriales de la Confederación General Económica.
En líneas generales el siglo XX marcó esas conductas ondulantes de los agraristas poderosos en coexistencias significativas con etapas de gobiernos militares y democráticos.Esos ciclos de alternancias finalizan con la imposición violenta en su momento fundacional y trágica en el desarrollo posterior en democracia, del denominado modelo neoliberal. Proceso económico hegemonizado por las grandes corporaciones económicas que tienen en el siglo XXI, los recursos naturales como centro de extracción de riqueza y que requirió de un armado previo del andamiaje legal e institucional.
El “agronegocio” (reemplazando la producción de alimentos) fue el primero en instalar su lógica subordinando a sus propios intereses a los productores y grupos agrarios nacionales a través de dispositivos generados mediante políticas públicas, es decir con el apoyo del Estado.
Las corporaciones económicas de cualquier origen nacional son las que tienen en el escenario de hoy la capacidad de desestabilizar a un gobierno democrático que intente una política autónoma y redistributiva; no necesitan un partido político porque apuestan a todos a través de los aportes de campaña y, además, tienen sus socios políticos preferidos dentro de sus negocios.
Un resultado sorprendente de estos cambios del país ha sido el achicamiento de brechas entre la Federación Agraria Argentina y las otrora entidades de gran poder como la SRA y CRA. No obstante ese acercamiento en relación con los intereses económicos, se mantiene todavía una prudente separación en el registro cultural, en lo que en términos clásicos podríamos denominar “culturas de clase”.
De este modo, algunos nostálgicos miembros de la SRA creen que pueden decir públicamente, lo que les viene a la mente. Es lo que se pudo ver y escuchar en el comentado programa Hora clave cuando Hugo Biolcati y Mariano Grondona hicieron alardes de pasadas impunidades con insinuaciones autoritarias en referencias a la fecha de finalización del gobierno.
Pero estos sujetos perdidos en la noche del domingo, sonaron, para decirlo compasivamente, ridículos y sin las consecuencias de antaño.Finalmente, ¿por qué tantas dificultades para comprender estos cambios registrados en el país y tanta insistencia en la idea de procesos “destituyentes” en los que conspirarían los gremios rurales, ahora imaginados en contubernios con todos los partidos del arco opositor?.
A mi juicio es el modo de intentar producir una realidad que sea funcional a determinados posicionamientos políticos frente al “kirchnerismo”. La fuerte e irrefutable imagen de la Presidenta con corporaciones mineras y gobernadores provinciales aliados así como el veto a la Ley de Glaciares, la posición del ministro de Ciencia frente a las denuncias sobre el agroquímico de la Monsanto, etc., no resultan compatibles con la caracterización de “gobierno progresista” que circula por estos grupos de la cultura. Entonces se construye un “opositor” despiadado en los cuerpos de estos sectores agrarios que supieron serlo en el pasado pero que ahora, aunque quisieran, no tienen capacidad ni condiciones objetivas para repetirlo.
El retroceso electoral del gobierno será mínimo pues el aparato del justicialismo es una poderosa máquina de recoger votos positivamente emitidos (esa vieja y desgastada política) y por ahora, está en manos del Gobierno.
Afuera hacen colas los que quieren simplemente reemplazarlo y algunos otros que aún creen sinceramente en el poder de cambio del perimido sistema de representación. El campo de la Mesa de Enlace circula por todos lados para negociar sus ganancias sin partido propio.
*(Profesora Titular de Sociología Rural. Instituto Gino Germani. UBA)
sábado, 30 de mayo de 2009
A 40 AÑOS DE UN HITO POLÍTICO SOCIAL DE NUESTRA HISTORIA - Rosariazo-Cordobazo-Rosariazo
Hace 40 años, en el año 1969, se produjo un Hito Político Social del proceso de construcción insurreccional popular que tuvo como lugares neurálgicos a la ciudad de Rosario y a la ciudad de Córdoba, y se sintetiza en la tríada de hechos Rosariazo-Cordobazo-Rosariazo.
Este “golpe de los excluidos”, este alzamiento de los obreros, los estudiantes, los profesionales y los pequeños y medianos empresarios industriales, vino a dar por tierra la utopía de la aristocracia financiera y de las empresas multinacionales de destruir el tejido productivo y social nacional, destruir el entramado de organizaciones que lo sostenía, e imponer su proyecto privatista y excluyente mediante el disciplinamiento del pueblo través de la represión en manos de la dictadura militar de Onganía y Krieger Vasena.
Las huelgas políticas de masas de 1969 nos enseñan que la alianza estratégica para llevar adelante un proceso de transformación nacional y social en la Argentina es entre el movimiento obrero y el movimiento estudiantil, en conjunto con los trabajadores profesionales y técnicos, ocupados y desocupados, el pequeño y mediano empresariado nacional, el cooperativismo, los pequeños productores.
Esta alianza estratégica del movimiento obrero y el movimiento estudiantil, y ese sujeto histórico sintetizado como pueblo, derrotó las represiones y provocaciones del régimen que tuvo entre sus páginas más oscuras el asesinato del estudiante Cabral en Corrientes y del estudiante-obrero Bello en Rosario.
A las provocaciones para dividir al pueblo, para que ciertos sectores tomen los caminos fáciles, para exaltar cierto vanguardismo infantil que rompe con los tiempos de las mayorías, el pueblo respondió con unidad, organización, solidaridad, inteligencia y lucha.
Esto permitió responder a la represión y a la provocación de la dictadura en función de los intereses de los grandes grupos económicos concentrados, con una gesta histórica que retomó el camino de la construcción del proyecto nacional, popular y latinoamericano y recreó una nueva síntesis histórica, terminando con la proscripción, la dictadura de la aristocracia financiera y los planes de “modernización excluyente”.
En esta nueva oportunidad histórica que vivimos, en esta nueva hora americana, es central reconstruir la alianza estratégica movimiento obrero-movimiento estudiantil, y profundizar los grados de organización popular hacia la conformación de una nueva síntesis histórica.
Sólo de esta manera podremos profundizar el proceso de transformación nacional popular y latinoamericano, defender las conquistas que obtuvimos a los largo de estos años de lucha, retomar banderas olvidadas y derechos sociales aplastados a partir de la dictadura de 1976 y la destrucción de los 90’, y hacer frente a las provocaciones y operaciones de los que quieren dividirnos para llevarnos nuevamente al proyecto de la miseria, la pobreza y la exclusión.
Sec. de Relaciones Internacionales de la FUA Sec. de Extensión de la OCLAEMILES
martes, 5 de mayo de 2009
Carta de Silvio Rodríguez Domínguez
La Habana, 3 de mayo de 2009.
Traté de volver a estar contigo hoy, pero, como bien sabes, no me dejaron llegar los que no quieren que los Estados Unidos y Cuba se junten, se canten, se hablen, se entiendan. Son los que piensan que el mundo se divide en poderosos y en débiles; los que sólo aprecian a los que son ricos y fuertes. Son los que no nos perdonan que aún siendo pequeños hayamos decidido vivir de pie.
Admirado y querido Maestro Pete Seeger:
En estos momentos se está celebrando el concierto de homenaje que decenas de cantores justamente te ofrecen.
Pasan por mi mente algunas de las veces que tuve el privilegio de disfrutar de tu talento seductor de multitudes. Así te recuerdo en La Habana, cantando solidario junto al Grupo de Experimentación Sonora; así te recuerdo en aquella gira dedicada a Víctor Jara, por varias ciudades de Italia; y así también revivo aquella helada noche de febrero de 1980 en que respondiendo a tu llamado viajamos desde Nueva York hasta Poughkeepsie y te escuchamos “Snow, Snow”, obra maestra de quien se hizo preguntas ante un paisaje invernal.
Traté de volver a estar contigo hoy, pero, como bien sabes, no me dejaron llegar los que no quieren que los Estados Unidos y Cuba se junten, se canten, se hablen, se entiendan. Son los que piensan que el mundo se divide en poderosos y en débiles; los que sólo aprecian a los que son ricos y fuertes. Son los que no nos perdonan que aún siendo pequeños hayamos decidido vivir de pie.
La realidad grita que cada vez deben ser menos estos brutos, pero de alguna forma esa minoría todavía impera y manda. Algunos de ellos vieron un peligro en que nos encontráramos y que un simple acto de fraternidad simbolizara a dos pueblos vecinos que pueden coincidir en canciones y afectos.
Pero no solo yo, querido Pete: todo mi digno y sin dudas mejorable país te admira, te respeta y celebra tus honorables nueve décadas defensoras de la justicia social, la paz y la cultura.
Aquí nadie te ve como un peligro sino como un extraordinario amigo que no nos dejan abrazar con la libertad que quisiéramos. Por eso, más que yo, toda esta Cuba que te quiere, bloqueada todavía por los abusadores, está a tu lado ahora cantando tu profética We Shall Overcome y nuestra martiana Guantanamera.
Un beso para Toshi y un fuerte abrazo para ti de
Silvio Rodríguez Domínguez
Silvio Rodríguez Domínguez
martes, 28 de abril de 2009
Kirchner, Clarín y la Ley de Radiodifusión
Por Damian Toschi
Lic. Comunicación Social (UNLP)
El gobierno nacional, entendiendo que constituye una “vieja deuda de la democracia”, puso en el tapete la discusión sobre una nueva ley de radiodifusión. El anteproyecto oficial de Servicios de Comunicación Audiovisual, debatido por estas horas en múltiples foros a lo largo y ancho del país, tiene por objeto reemplazar la dictatorial ley 22.285 que lleva la firma de Videla y está vigente desde 1980.
Coincidiendo en la imperiosa necesidad ética, moral, ideológica y legal de contar con un nuevo articulado que regule la actividad de los medios de comunicación, se adecué a los cambios tecnológicos y los desafíos de las telecomunicaciones en pleno siglo XXI y garantice la libertad de prensa y expresión, es necesario hacer algunas consideraciones.
En primer lugar, la problemática sobre el rol de los medios y el Estado se da en un contexto político signado por elementos extremadamente influyentes: el sobreactuado enfrentamiento entre el Grupo Clarín y la Casa Rosada y la contienda electoral del 28 de junio. Para entender el primer punto hay que ir hacia atrás.
Tras la negativa del gobierno de Raúl Alfonsín, en 1989, Carlos Menem derogó el artículo 45 de la Ley de Radiodifusión, abriendo paso a la formación de los multimedios tal como los conocemos hoy.
En 2002, durante su presidencia provisional, Eduardo Duhalde benefició a Clarín con la pesificación de sus deudas y la sanción de la “Ley de Bienes Culturales”. En 2005, Néstor Kirchner, a través del decreto 527, extendió por 10 años las licencias a los medios, avalando con su firma los monopolios informativos.
En consecuencia, hay razones para pensar que el gobierno utiliza la futura ley como elemento de presión política. Esto se debe, sin duda alguna, a la posición asumida por la empresa en el marco del conflicto agropecuario. Del mismo modo, el holding de Ernestina Noble se vale de la información para cargar abiertamente contra el poder central y cristalizar así su posición editorial.
Sin embargo, teniendo en cuenta la lógica de acumulación de poder y la historia de los contendientes, no resulta descabellado pensar que la futura ley, más allá del las arengas parlamentarias y las modificaciones que logre introducir la oposición al proyecto del Ejecutivo, reflejará un pacto entre las partes.
Sin dejar de reconocer el saludable choque de intereses que esta circunstancia genera, debatir cuestiones medulares y de largo aliento en tiempos electorales, lejos de garantizar un marco de distensión y no especulación de los actores en disputa, transforma la discusión en una riña mezquina y electoralista.
En cuanto al sistema de medios en particular, la nueva ley no debe abordarse de manera aislada. Para potenciar su capacidad regulatoria y garantizar el derecho humano universal de recibir, difundir e investigar informaciones y opiniones, tal cual lo establece la Convención Americana de Derechos Humanos, la iniciativa debe ir acompañada de una serie normas complementarias: la Ley de Pauta Oficial y la de Acceso a la Información.
Sólo así se dotará a la sociedad y a los medios de comunicación de un plexo normativo integral. Por otra parte, el proyecto oficial, si bien tiene elementos positivos, presenta falencias significativas. Desde el punto de vista de la técnica legislativa, es excesivamente extenso – 146 artículos – y, en ocasiones, plantea meras expresiones de deseo.
Al mismo tiempo, contiene disposiciones cuestionables: la creación, conforme al artículo 10, de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual en la órbita de la Secretaria de Medios de la Nación, dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros.
Este hecho, sumado a que tres de los cinco miembros del directorio del ente serán designados directamente por el Poder Ejecutivo - Artículo 14 - , deja en claro el férreo control gubernamental sobre un organismo que debe gozar de autarquía.
El artículo 18, en tanto, crea la Comisión Bicameral de Promoción y Seguimiento de la Comunicación Audiovisual. Este cuerpo legislativo, de carácter permanente, no tiene capacidad o facultades de control sobre la Autoridad Federal.
En cuanto a las licencias, se establece que las mismas serán aprobadas por el Poder Ejecutivo Nacional – Artículo 29 - y la renovación será cada dos años basándose en criterios de “Idoneidad, experiencia y arraigo, exclusivamente” del solicitante, pero no indica cuáles son los parámetros que se utilizarán para medir dichos requisitos.
Así las cosas, Kirchner, Clarín y la coyuntura se entrelazan y no permiten ver con claridad los alcances y consecuencias de una ley fundamental que, como tal, no puede ni debe ser la resultante de una disputa circunstancial entre el gobierno y un medio de comunicación.
miércoles, 8 de abril de 2009
"Tenemos libertad pero nos falta igualdad” Por Raúl Alfonsín
Por: Raúl Alfonsín, ex presidente de la Nación Especial para CIPPECEC
10 de diciembre de 1983, en mi primer mensaje ante el Congreso de la Nación como Presidente convoqué a todos los argentinos a una tarea común para constituir la unión nacional.
En un país como la Argentina, donde se sucedieron las dictaduras por más de medio siglo, que venía de sufrir violaciones masivas a los derechos humanos por obra de la acción del propio Estado, el pensamiento autoritario y la anomia colectiva habían echado raíces muy profundas.
Se trataba entonces de reforzar la valoración social sobre la importancia de los derechos humanos, del respeto al Estado de Derecho, de la tolerancia ideológica.
La política implica diferencias, existencia de adversarios políticos, esto es totalmente cierto. Pero la política no es solamente conflicto, también es construcción. Y la democracia necesita más especialistas en el arte de la asociación política.
Los partidos políticos son excelentes mediadores entre la sociedad, los intereses sectoriales y el Estado y desde esa perspectiva hemos señalado que lo que más nos preocupa es el debilitamiento de los partidos políticos y la dificultad para construir un sistema de partidos moderno que permita sostener consensos básicos. No será posible resistir la cantidad de presiones que estamos sufriendo y sufriremos, si no hay una generalizada voluntad nacional al servicio de lo que debieran ser las más importantes políticas de Estado expresada en la existencia de partidos políticos claros y distintos, renovados y fuertes, representativos de las corrientes de opinión que se expresan en nuestra sociedad.
El proceso de democratización en Latinoamérica iniciado hace ya más de dos décadas ha sido muy beneficioso porque liberó a los pueblos de tiranías intolerantes y arbitrarias. No podemos dejar de reconocer que la libertad conquistada ha sido uno de los grandes logros obtenidos a fines del siglo pasado.
Hemos progresado, y es importante reconocerlo. Pero también es ineludible que nos preguntemos: este progreso ¿a quiénes benefició, a cuántos alcanzó? Reservado para una minoría de grandes empresarios, terratenientes y grupos monopólicos este progreso no alcanzó a más de dos tercios de la población de Latinoamérica, inmersa en la desesperación del hambre, la falta de educación, de salud y de vivienda.
En condiciones de marginación que nunca habíamos imaginado millones de habitantes de nuestros países carecen de los más elementales derechos humanos. Hoy, es duro decirlo, la libertad es un beneficio del que disfrutamos los que no tenemos hambre, los que podemos enviar a nuestros hijos a las escuelas y universidades, los que podemos dormir en una casa sin temor al frío o la lluvia. Siempre repito que la democracia sólo puede construirse con hombres democráticos, y que es absurdo formar ciudadanos democráticos cuando están sumidos en la desesperación.
No podemos, pues, contentarnos con haber obtenido el derecho al libre sufragio y el respeto a la libertad de expresión, antes negada por las dictaduras militares. No alcanzan esas valiosas conquistas para tranquilizar nuestras conciencias personales. ¿Cómo abordar, entonces, un problema tan complejo?
Por lo pronto, creo que es necesario encarar políticas públicas en forma mancomunada entre los países de la región para combatir el flagelo de la pobreza, puesto que difícilmente una Nación pueda, por sí sola, alcanzar la equidad si está rodeada por Naciones hermanas sumidas en la miseria.
Democracia es vigencia de la libertad y los derechos pero también existencia de igualdad de oportunidades y distribución equitativa de la riqueza, los beneficios y las cargas sociales: tenemos libertad pero nos falta la igualdad.
Tenemos una democracia real, tangible, pero coja e incompleta y, por lo tanto, insatisfactoria: es una democracia que no ha cumplido aun con algunos de sus principios fundamentales, que no ha construido aun un piso sólido que albergue e incluya a los desamparados y excluidos.
Y no ha podido, tampoco aun, a través del tiempo y de distintos gobiernos, construir puentes firmes que atraviesen la dramática fractura social provocada por la aplicación e imposición de modelos socioeconómicos insolidarios y políticas regresivas.Aspiro a que poco a poco vayamos encontrando la senda que nos lleve a construir una Nación en donde la equidad sea un valor tan sagrado, tan fundamental, como la misma libertad.
*El artículo fue publicado en: Agenda pública a 25 años de democracia, una publicación de CIPPEC de diciembre de 2008.
La nota también fue distribuida entre la gente que se acercó al Congreso de la Nación a despedir los restos de Raúl Alfonsín.
miércoles, 7 de enero de 2009
La llamada crisis financiera global
El disparador de la crisis financiera fue la decisión de la Reserva Federal –Banco Central de EEUU- de subir la tasa de interés del 1% a 5,25%. La Tasa de interés que fija la Autoridad político monetaria de EEUU –FED- subió al 5,25% en junio de 2006 - septiembre de 2007.
Esta política de tasas de interés pinchó la burbuja hipotecaria (elevados precios de las viviendas y sobre-endeudamiento de los propietarios), que fue posible estructuralmente por la política de tasas de interés bajas (1%) de la Reserva Federal conducida por Alan Greenspan, amo y señor de Wall Street y las finanzas globales angloamericanas. Las tasas tan bajas inhibieron aun más el ahorro (-0,5% en 2004) y generó un apalancamiento impresionante al consumo manteniendo a la economía norteamericana en fuerte crecimiento y favoreciendo, por otro lado, la hiper-especulación financiera. Esto se produjo en una sociedad que culturalmente vive del crédito (85%) y es inducida al consumo compulsivo irracional por la Visión Neoliberal dominante desde 1982, que la caída del Muro de Berlín de 1989 y el consenso de Washington potenciaron sin freno.
Política económica, lucha y correlación de fuerzas
Toda crisis económica en el capitalismo es producto de la concurrencia, es decir, de la lucha entre capitales para triunfar en la guerra comercial. Esto es algo elemental pero nunca se dice cuando las catástrofes económicas sobrevienen. Por ello además son cíclicas, siempre vuelven a acontecer en diferentes magnitudes. Salvo que creamos que su repetición es obra de la divinidad, que castiga cada determinada cantidad de tiempo a los hombres, las crisis económicas se dan como producto de la agudización de la guerra comercial. Guerra comercial que es a la vez lucha política y, muchas veces, lucha militar.
En este sentido, la “caída” en febrero de 2006 de Alan Greenspan del timón de la Reserva Federal y la asunción de Ben Bernanke, quien viene a modificar la política del Banco Central Norteamericano, haciéndose eco de los pedidos de algunos Capitales Financieros (por lo general le llaman bancos) que estaban excluidos de las decisiones de la Reserva, forma parte de esta lucha entre capitales en el centro del poder mundial. Además, ese mismo año sube Henry Paulson –máximo ejecutivo de la banca de inversión Goldman Sachs- al frente del Tesoro (ministerio de economía).
Esto indica que otro grupo de actores financieros logra imponer sus intereses para ser parte en las decisiones político-monetarias, lo cual señala que hay un cambio en la correlación de fuerzas entre fracciones financieras en el núcleo del poder financiero global.
Esta nueva correlación de fuerzas se traduce en una tasa de interés al 5,25%, la cual se mantiene por un tiempo “llamativamente” elevada a pesar de la quiebra de dos fondos de la banca de inversión Bears Stearn (julio 2007). A partir de aquí se habla de “crisis financiera”, que se acelera y profundiza al hacer estallar la burbuja inmobiliaria, negocio controlado principalmente por la fracción de capital financiero angloamericano (las grandes redes financieras globales).
La caída del Lehman Brothers, crisis y transición
Ahora bien, la acción que define, profundiza y generaliza la crisis financiera es la decisión de Henry Paulson (Secretario del Tesoro, equivalente a Ministro de Economía en nuestro país) de dejar caer el 15 de septiembre de 2008 al Lehman Brothers, una de las mayores bancas financieras de inversión y parte de la red del Citigroup (donde tenía 138.000 millones de dólares).
La caída del Lehman paralizó el sistema financiero global, “rompió la moneda” y acabó con el crédito, dijeron desde adentro.
En este contexto, Paulson lleva adelante el plan de la línea de intereses financiera americana, que contiene dos objetivos fundamentales:
1- la eliminación de la banca de inversión creada y controlada por la Red Angloamericana como instrumento financiero y
2- la disposición de 700.000 millones de dólares para comprar activos tóxicos –deuda mala o incobrable- de las entidades financieras, favoreciendo determinado proceso de centralización, es decir adquisiciones por parte del JPMorgan y el Bank of America.
Como contraofensiva al Plan de Paulson, se despliega otro plan desde el cerebro del sistema financiero mundial, Londres, para estabilizar y salvar sistémicamente las finanzas globales. Gordon Brown, el Primer Ministro Británico, ligado al grupo financiero Lloyd’s TBS, fue su portavoz.
En este escenario, el gobierno de EEUU también debe adoptar, muy a su pesar, la medida de la nacionalización parcial de la banca (sin derecho a lugar en el directorio), ya que de lo contrario la crisis se profundizaría particularmente en territorio estadounidense, quedando relativamente aislado del resto del mundo.
La caída del Lehman Brothers guarda relación con la necesidad de ir directamente y frontalmente por la destrucción de la banca de inversión angloamericana y desarticular la Red financiera global. Con la caída del Lehman el principal damnificado es el Citigroup, la mayor red financiera global hasta la crisis, quedando en mejor posición las redes financieras globales con base en Londres: el HSBC y el Lloyd´s.
La nueva forma de capital: la Red Financiera Global
A partir de 1967-73 una nueva forma de capital financiero empieza a desarrollarse, se consolida hacia 1982 e inicia el camino para volverse dominante en 1988-91.
Esta es la nueva forma de capital, la del capital financiero global organizado como Red financiera que monopoliza el conocimiento estratégico y el capital dinero. Esta forma de capital hace al tercer momento del capital financiero. Primero fue su forma internacionalizada de capital dinero a préstamo, luego la forma de la corporación multinacional que controla activos físicos en múltiples países, y ahora la forma de Red Financiera Global que supera a los países como territorialidad social.
La fracción de capital más avanzada y dinámica a nivel mundial la constituyen las redes financieras transnacionales angloamericanas [Citigroup, HSBC – Lloyd’s - Banca Rothschild & sons], que conforman la Red Imperialista Global.
A esto se le opone, agudizando día a día su enfrentamiento en los distintos planos de lo social, la fracción retrasada: el capital financiero transnacional americano (JP Morgan, Bank of American, Goldman Sachs), cuyo viejo imperialismo de país central, va desarrollando comportamientos fascistas, es decir, disciplinamiento mediante el miedo, el terror y la represión, apelando fundamentalmente a la fuerza militar-policial, para librar el enfrentamiento por la configuración de un nuevo orden mundial.
En esta guerra financiera, más allá de otros actores internacionales que aquí excluimos, vemos el accionar de la fracción retrasada de capital, que tiene la imperiosa necesidad de mantener a EEUU como único polo de poder mundial y al dólar como moneda hegemónica. Estos intereses expresados en el partido republicano y particularmente en el gobierno de George W. Bush, debilitan fuertemente a las redes financieras globales angloamericanas antes de entregar el poder a los demócratas.
La crisis financiera, como POLITICA de golpe de estado usando armas propias del MERCADO financiero, al mismo tiempo que debilitó al Citigroup, fortaleció al JP Morgan/Bank of América, y en el desarrollo del proceso de fortalecimiento del JPMorgan/BofAmerica emerge la respuesta desde Londres con el primer ministro Gordon Brown a la cabeza junto con el HSBC, el Lloyd´s y la vieja casa de las finanzas imperiales, los Rothschild & sons.
Bajo una situación de empate en el núcleo de poder mundial cambian los actores y el orden en los polos principales del enfrentamiento: JPMorgan/BofAmerica vs HSBC/Rothschild.
Las enseñanzas de las Grandes Crisis Financieras
La primera gran crisis se inicia en 1890/3, da nacimiento al Capital Financiero Internacional, y termina en el tratado de Versalles en 1919, 26/29 años después y Guerra Mundial mediante. En este tiempo se abrieron los espacios de oportunidad para los procesos de liberación nacional democrático-sociales de los pueblos y naciones oprimidas.
La crisis que provoca la lucha inter-imperialista resquebraja la hegemonía de las fuerzas dominantes, debilita a los contrincantes en pugna, produce una “crisis en las alturas” y abre la oportunidad histórica para los pueblos y naciones oprimidas por los imperios.
La segunda gran crisis se inicia en 1929/32 y se cierra en el tratado de Bretton Woods en septiembre de 1944/46, 12/15 años después. La guerra comercial de los años 30’ deviene en lucha militar y en Guerra Mundial a partir del 39’.
La gran crisis que transitamos en la actualidad abre el tiempo de profundización de las luchas ínter-imperialistas y, al mismo tiempo, la Oportunidad Histórica para los pueblos y naciones del SUR. Los actores financieros con sus medios de comunicación y sus aliados locales intentan imponer la crisis y fomentar un clima de que “todo se viene abajo”, como sucede en los países dominados por las redes financieras. Sin embargo, las fuerzas nacionales de Nuestra América observan este momento, a través de las enseñanzas históricas, como una inmejorable Oportunidad para construir los proyectos de integración autónoma y emancipación definitiva.
[1] Este articulo forma parte del proyecto de investigación en curso acerca de los cambios
estructurales que produce y forma parte la Crisis Financiera Global de 2007/8.
[2] CIEPE –Centro de Investigaciones en Política y Economía.
Autores: Lic. Walter Formento
Dr. Adriana Riss
Lic. Gabriel Merino
Noviembre-Diciembre de 2008.
Esta política de tasas de interés pinchó la burbuja hipotecaria (elevados precios de las viviendas y sobre-endeudamiento de los propietarios), que fue posible estructuralmente por la política de tasas de interés bajas (1%) de la Reserva Federal conducida por Alan Greenspan, amo y señor de Wall Street y las finanzas globales angloamericanas. Las tasas tan bajas inhibieron aun más el ahorro (-0,5% en 2004) y generó un apalancamiento impresionante al consumo manteniendo a la economía norteamericana en fuerte crecimiento y favoreciendo, por otro lado, la hiper-especulación financiera. Esto se produjo en una sociedad que culturalmente vive del crédito (85%) y es inducida al consumo compulsivo irracional por la Visión Neoliberal dominante desde 1982, que la caída del Muro de Berlín de 1989 y el consenso de Washington potenciaron sin freno.
Política económica, lucha y correlación de fuerzas
Toda crisis económica en el capitalismo es producto de la concurrencia, es decir, de la lucha entre capitales para triunfar en la guerra comercial. Esto es algo elemental pero nunca se dice cuando las catástrofes económicas sobrevienen. Por ello además son cíclicas, siempre vuelven a acontecer en diferentes magnitudes. Salvo que creamos que su repetición es obra de la divinidad, que castiga cada determinada cantidad de tiempo a los hombres, las crisis económicas se dan como producto de la agudización de la guerra comercial. Guerra comercial que es a la vez lucha política y, muchas veces, lucha militar.
En este sentido, la “caída” en febrero de 2006 de Alan Greenspan del timón de la Reserva Federal y la asunción de Ben Bernanke, quien viene a modificar la política del Banco Central Norteamericano, haciéndose eco de los pedidos de algunos Capitales Financieros (por lo general le llaman bancos) que estaban excluidos de las decisiones de la Reserva, forma parte de esta lucha entre capitales en el centro del poder mundial. Además, ese mismo año sube Henry Paulson –máximo ejecutivo de la banca de inversión Goldman Sachs- al frente del Tesoro (ministerio de economía).
Esto indica que otro grupo de actores financieros logra imponer sus intereses para ser parte en las decisiones político-monetarias, lo cual señala que hay un cambio en la correlación de fuerzas entre fracciones financieras en el núcleo del poder financiero global.
Esta nueva correlación de fuerzas se traduce en una tasa de interés al 5,25%, la cual se mantiene por un tiempo “llamativamente” elevada a pesar de la quiebra de dos fondos de la banca de inversión Bears Stearn (julio 2007). A partir de aquí se habla de “crisis financiera”, que se acelera y profundiza al hacer estallar la burbuja inmobiliaria, negocio controlado principalmente por la fracción de capital financiero angloamericano (las grandes redes financieras globales).
La caída del Lehman Brothers, crisis y transición
Ahora bien, la acción que define, profundiza y generaliza la crisis financiera es la decisión de Henry Paulson (Secretario del Tesoro, equivalente a Ministro de Economía en nuestro país) de dejar caer el 15 de septiembre de 2008 al Lehman Brothers, una de las mayores bancas financieras de inversión y parte de la red del Citigroup (donde tenía 138.000 millones de dólares).
La caída del Lehman paralizó el sistema financiero global, “rompió la moneda” y acabó con el crédito, dijeron desde adentro.
En este contexto, Paulson lleva adelante el plan de la línea de intereses financiera americana, que contiene dos objetivos fundamentales:
1- la eliminación de la banca de inversión creada y controlada por la Red Angloamericana como instrumento financiero y
2- la disposición de 700.000 millones de dólares para comprar activos tóxicos –deuda mala o incobrable- de las entidades financieras, favoreciendo determinado proceso de centralización, es decir adquisiciones por parte del JPMorgan y el Bank of America.
Como contraofensiva al Plan de Paulson, se despliega otro plan desde el cerebro del sistema financiero mundial, Londres, para estabilizar y salvar sistémicamente las finanzas globales. Gordon Brown, el Primer Ministro Británico, ligado al grupo financiero Lloyd’s TBS, fue su portavoz.
En este escenario, el gobierno de EEUU también debe adoptar, muy a su pesar, la medida de la nacionalización parcial de la banca (sin derecho a lugar en el directorio), ya que de lo contrario la crisis se profundizaría particularmente en territorio estadounidense, quedando relativamente aislado del resto del mundo.
La caída del Lehman Brothers guarda relación con la necesidad de ir directamente y frontalmente por la destrucción de la banca de inversión angloamericana y desarticular la Red financiera global. Con la caída del Lehman el principal damnificado es el Citigroup, la mayor red financiera global hasta la crisis, quedando en mejor posición las redes financieras globales con base en Londres: el HSBC y el Lloyd´s.
La nueva forma de capital: la Red Financiera Global
A partir de 1967-73 una nueva forma de capital financiero empieza a desarrollarse, se consolida hacia 1982 e inicia el camino para volverse dominante en 1988-91.
Esta es la nueva forma de capital, la del capital financiero global organizado como Red financiera que monopoliza el conocimiento estratégico y el capital dinero. Esta forma de capital hace al tercer momento del capital financiero. Primero fue su forma internacionalizada de capital dinero a préstamo, luego la forma de la corporación multinacional que controla activos físicos en múltiples países, y ahora la forma de Red Financiera Global que supera a los países como territorialidad social.
La fracción de capital más avanzada y dinámica a nivel mundial la constituyen las redes financieras transnacionales angloamericanas [Citigroup, HSBC – Lloyd’s - Banca Rothschild & sons], que conforman la Red Imperialista Global.
A esto se le opone, agudizando día a día su enfrentamiento en los distintos planos de lo social, la fracción retrasada: el capital financiero transnacional americano (JP Morgan, Bank of American, Goldman Sachs), cuyo viejo imperialismo de país central, va desarrollando comportamientos fascistas, es decir, disciplinamiento mediante el miedo, el terror y la represión, apelando fundamentalmente a la fuerza militar-policial, para librar el enfrentamiento por la configuración de un nuevo orden mundial.
En esta guerra financiera, más allá de otros actores internacionales que aquí excluimos, vemos el accionar de la fracción retrasada de capital, que tiene la imperiosa necesidad de mantener a EEUU como único polo de poder mundial y al dólar como moneda hegemónica. Estos intereses expresados en el partido republicano y particularmente en el gobierno de George W. Bush, debilitan fuertemente a las redes financieras globales angloamericanas antes de entregar el poder a los demócratas.
La crisis financiera, como POLITICA de golpe de estado usando armas propias del MERCADO financiero, al mismo tiempo que debilitó al Citigroup, fortaleció al JP Morgan/Bank of América, y en el desarrollo del proceso de fortalecimiento del JPMorgan/BofAmerica emerge la respuesta desde Londres con el primer ministro Gordon Brown a la cabeza junto con el HSBC, el Lloyd´s y la vieja casa de las finanzas imperiales, los Rothschild & sons.
Bajo una situación de empate en el núcleo de poder mundial cambian los actores y el orden en los polos principales del enfrentamiento: JPMorgan/BofAmerica vs HSBC/Rothschild.
Las enseñanzas de las Grandes Crisis Financieras
La primera gran crisis se inicia en 1890/3, da nacimiento al Capital Financiero Internacional, y termina en el tratado de Versalles en 1919, 26/29 años después y Guerra Mundial mediante. En este tiempo se abrieron los espacios de oportunidad para los procesos de liberación nacional democrático-sociales de los pueblos y naciones oprimidas.
La crisis que provoca la lucha inter-imperialista resquebraja la hegemonía de las fuerzas dominantes, debilita a los contrincantes en pugna, produce una “crisis en las alturas” y abre la oportunidad histórica para los pueblos y naciones oprimidas por los imperios.
La segunda gran crisis se inicia en 1929/32 y se cierra en el tratado de Bretton Woods en septiembre de 1944/46, 12/15 años después. La guerra comercial de los años 30’ deviene en lucha militar y en Guerra Mundial a partir del 39’.
La gran crisis que transitamos en la actualidad abre el tiempo de profundización de las luchas ínter-imperialistas y, al mismo tiempo, la Oportunidad Histórica para los pueblos y naciones del SUR. Los actores financieros con sus medios de comunicación y sus aliados locales intentan imponer la crisis y fomentar un clima de que “todo se viene abajo”, como sucede en los países dominados por las redes financieras. Sin embargo, las fuerzas nacionales de Nuestra América observan este momento, a través de las enseñanzas históricas, como una inmejorable Oportunidad para construir los proyectos de integración autónoma y emancipación definitiva.
[1] Este articulo forma parte del proyecto de investigación en curso acerca de los cambios
estructurales que produce y forma parte la Crisis Financiera Global de 2007/8.
[2] CIEPE –Centro de Investigaciones en Política y Economía.
Autores: Lic. Walter Formento
Dr. Adriana Riss
Lic. Gabriel Merino
Noviembre-Diciembre de 2008.
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