viernes, 6 de noviembre de 2009

La juventud repudia los ataques a los referentes y a las organizaciones populares

Declaración de repudio de distintos agrupamientos de juventudes políticas, sociales, sindicales, estudiantiles, ante la persecución política y mediática de los dirigentes sociales populares, la campaña de deslegitimación de las organizaciones sociales y la creación de un clima de desestabilización política.


En las últimas semanas venimos presenciando una intensa campaña de difamación sobre los dirigentes y referentes populares, así como también la instalación política-mediática de un cierto clima de “violencia”, “caos” y “desmadre social”.


Desde las editoriales de ciertos medios de comunicación, sectores políticos y agrupamientos empresariales se pretende reeditar la imagen del “caos” y de desmadre político-social, utilizada sistemáticamente cuando ciertos pescadores necesitan revolver el río para poder pescar. A esta imagen contribuye, como parte de la creación de un nuevo demonio, la figura de la supuesta “violencia armada” a cargo de ejércitos de “piqueteros”, que supuestamente se podrían contar por cientos de miles (dicho sin ninguna prueba); lo que es acompañado por la tremenda intensificación de la embestida contra los dirigentes sociales populares, que tuvo entre sus últimos blancos a la dirigente social Milagro Sala, perteneciente a la organización popular Tupac Amaru (ejemplo nacional de la construcción y militancia para la inclusión social).


El mismo hecho de hablar peyorativamente de “piquetero” y de organizaciones “piqueteras” (convirtiendo dicha palabra en un estigma negativo) en vez de hablar de organizaciones sociales o movimientos sociales tiene el claro fin de golpear sobre estas organizaciones. Llamar por cierta forma de lucha a determinadas organizaciones es una clara manera de deslegitimarlas ya que se oculta lo que verdaderamente son, a quiénes expresan y organizan, y su trabajo constante para cambiar la realidad. Porque lo que se busca es construir la imagen de “piquetero” o de dirigente gremial “violento”, “corrupto”, “vago”, “que moviliza por el pancho y la coca”, etc., para destruir a los actores reales que pelean para distribuir la riqueza a favor de las mayorías.


Por ello, no se les denominaba “piqueteros” a los sectores que cortaron todas las rutas del país en pleno conflicto por la distribución de la renta agraria, sino que se les denominaba como “gente” y “productores rurales” (en muchos casos faltando a la verdad).


Esta persecución contra los dirigentes y organizaciones populares y la gestación de un clima de “desmadre social” tienen como objetivos frenar el avance popular reflejado en las numerosas conquistas políticas y sociales logradas estos últimos años, cristalizadas en políticas de gobierno, que son producto y pueden sostenerse a partir del avance de la organización, la conciencia, la unidad y la movilización del movimiento nacional, en el marco de un contexto histórico favorable, es decir, de un nuevo momento histórico, una nueva oportunidad histórica que permite desarrollar una alternativa al neoliberalismo por parte de los pueblos latinoamericanos.


Como juventud queremos desenmascarar y repudiar enérgicamente las operaciones que pretenden frenar el avance del proyecto nacional, popular y latinoamericano, y producir un clima de desestabilización política para cambiar las relaciones de fuerzas a favor de los sectores económicos monopólicos y su proyecto financiero sojero-exportador excluyente.


Juventud CTA, Encuentro Nacional Popular y Latinoamericano, Federación Juvenil Comunista, Juventud Socialista (prov. Buenos Aires), Juventud de Militancia Social, Juventud Movimiento Evita (Capital), Juventud de Fierro, Juventud de UTE , Corriente Política Enrique Santos Discépolo, JP La Cámpora

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