miércoles, 7 de enero de 2009

La llamada crisis financiera global

El disparador de la crisis financiera fue la decisión de la Reserva Federal –Banco Central de EEUU- de subir la tasa de interés del 1% a 5,25%. La Tasa de interés que fija la Autoridad político monetaria de EEUU –FED- subió al 5,25% en junio de 2006 - septiembre de 2007.


Esta política de tasas de interés pinchó la burbuja hipotecaria (elevados precios de las viviendas y sobre-endeudamiento de los propietarios), que fue posible estructuralmente por la política de tasas de interés bajas (1%) de la Reserva Federal conducida por Alan Greenspan, amo y señor de Wall Street y las finanzas globales angloamericanas. Las tasas tan bajas inhibieron aun más el ahorro (-0,5% en 2004) y generó un apalancamiento impresionante al consumo manteniendo a la economía norteamericana en fuerte crecimiento y favoreciendo, por otro lado, la hiper-especulación financiera. Esto se produjo en una sociedad que culturalmente vive del crédito (85%) y es inducida al consumo compulsivo irracional por la Visión Neoliberal dominante desde 1982, que la caída del Muro de Berlín de 1989 y el consenso de Washington potenciaron sin freno.

Política económica, lucha y correlación de fuerzas


Toda crisis económica en el capitalismo es producto de la concurrencia, es decir, de la lucha entre capitales para triunfar en la guerra comercial. Esto es algo elemental pero nunca se dice cuando las catástrofes económicas sobrevienen. Por ello además son cíclicas, siempre vuelven a acontecer en diferentes magnitudes. Salvo que creamos que su repetición es obra de la divinidad, que castiga cada determinada cantidad de tiempo a los hombres, las crisis económicas se dan como producto de la agudización de la guerra comercial. Guerra comercial que es a la vez lucha política y, muchas veces, lucha militar.



En este sentido, la “caída” en febrero de 2006 de Alan Greenspan del timón de la Reserva Federal y la asunción de Ben Bernanke, quien viene a modificar la política del Banco Central Norteamericano, haciéndose eco de los pedidos de algunos Capitales Financieros (por lo general le llaman bancos) que estaban excluidos de las decisiones de la Reserva, forma parte de esta lucha entre capitales en el centro del poder mundial. Además, ese mismo año sube Henry Paulson –máximo ejecutivo de la banca de inversión Goldman Sachs- al frente del Tesoro (ministerio de economía).

Esto indica que otro grupo de actores financieros logra imponer sus intereses para ser parte en las decisiones político-monetarias, lo cual señala que hay un cambio en la correlación de fuerzas entre fracciones financieras en el núcleo del poder financiero global.

Esta nueva correlación de fuerzas se traduce en una tasa de interés al 5,25%, la cual se mantiene por un tiempo “llamativamente” elevada a pesar de la quiebra de dos fondos de la banca de inversión Bears Stearn (julio 2007). A partir de aquí se habla de “crisis financiera”, que se acelera y profundiza al hacer estallar la burbuja inmobiliaria, negocio controlado principalmente por la fracción de capital financiero angloamericano (las grandes redes financieras globales).


La caída del Lehman Brothers, crisis y transición

Ahora bien, la acción que define, profundiza y generaliza la crisis financiera es la decisión de Henry Paulson (Secretario del Tesoro, equivalente a Ministro de Economía en nuestro país) de dejar caer el 15 de septiembre de 2008 al Lehman Brothers, una de las mayores bancas financieras de inversión y parte de la red del Citigroup (donde tenía 138.000 millones de dólares).

La caída del Lehman paralizó el sistema financiero global, “rompió la moneda” y acabó con el crédito, dijeron desde adentro.

En este contexto, Paulson lleva adelante el plan de la línea de intereses financiera americana, que contiene dos objetivos fundamentales:

1- la eliminación de la banca de inversión creada y controlada por la Red Angloamericana como instrumento financiero y

2- la disposición de 700.000 millones de dólares para comprar activos tóxicos –deuda mala o incobrable- de las entidades financieras, favoreciendo determinado proceso de centralización, es decir adquisiciones por parte del JPMorgan y el Bank of America.

Como contraofensiva al Plan de Paulson, se despliega otro plan desde el cerebro del sistema financiero mundial, Londres, para estabilizar y salvar sistémicamente las finanzas globales. Gordon Brown, el Primer Ministro Británico, ligado al grupo financiero Lloyd’s TBS, fue su portavoz.

En este escenario, el gobierno de EEUU también debe adoptar, muy a su pesar, la medida de la nacionalización parcial de la banca (sin derecho a lugar en el directorio), ya que de lo contrario la crisis se profundizaría particularmente en territorio estadounidense, quedando relativamente aislado del resto del mundo.

La caída del Lehman Brothers guarda relación con la necesidad de ir directamente y frontalmente por la destrucción de la banca de inversión angloamericana y desarticular la Red financiera global. Con la caída del Lehman el principal damnificado es el Citigroup, la mayor red financiera global hasta la crisis, quedando en mejor posición las redes financieras globales con base en Londres: el HSBC y el Lloyd´s.


La nueva forma de capital: la Red Financiera Global

A partir de 1967-73 una nueva forma de capital financiero empieza a desarrollarse, se consolida hacia 1982 e inicia el camino para volverse dominante en 1988-91.



Esta es la nueva forma de capital, la del capital financiero global organizado como Red financiera que monopoliza el conocimiento estratégico y el capital dinero. Esta forma de capital hace al tercer momento del capital financiero. Primero fue su forma internacionalizada de capital dinero a préstamo, luego la forma de la corporación multinacional que controla activos físicos en múltiples países, y ahora la forma de Red Financiera Global que supera a los países como territorialidad social.

La fracción de capital más avanzada y dinámica a nivel mundial la constituyen las redes financieras transnacionales angloamericanas [Citigroup, HSBC – Lloyd’s - Banca Rothschild & sons], que conforman la Red Imperialista Global.

A esto se le opone, agudizando día a día su enfrentamiento en los distintos planos de lo social, la fracción retrasada: el capital financiero transnacional americano (JP Morgan, Bank of American, Goldman Sachs), cuyo viejo imperialismo de país central, va desarrollando comportamientos fascistas, es decir, disciplinamiento mediante el miedo, el terror y la represión, apelando fundamentalmente a la fuerza militar-policial, para librar el enfrentamiento por la configuración de un nuevo orden mundial.

En esta guerra financiera, más allá de otros actores internacionales que aquí excluimos, vemos el accionar de la fracción retrasada de capital, que tiene la imperiosa necesidad de mantener a EEUU como único polo de poder mundial y al dólar como moneda hegemónica. Estos intereses expresados en el partido republicano y particularmente en el gobierno de George W. Bush, debilitan fuertemente a las redes financieras globales angloamericanas antes de entregar el poder a los demócratas.

La crisis financiera, como POLITICA de golpe de estado usando armas propias del MERCADO financiero, al mismo tiempo que debilitó al Citigroup, fortaleció al JP Morgan/Bank of América, y en el desarrollo del proceso de fortalecimiento del JPMorgan/BofAmerica emerge la respuesta desde Londres con el primer ministro Gordon Brown a la cabeza junto con el HSBC, el Lloyd´s y la vieja casa de las finanzas imperiales, los Rothschild & sons.

Bajo una situación de empate en el núcleo de poder mundial cambian los actores y el orden en los polos principales del enfrentamiento: JPMorgan/BofAmerica vs HSBC/Rothschild.


Las enseñanzas de las Grandes Crisis Financieras

La primera gran crisis se inicia en 1890/3, da nacimiento al Capital Financiero Internacional, y termina en el tratado de Versalles en 1919, 26/29 años después y Guerra Mundial mediante. En este tiempo se abrieron los espacios de oportunidad para los procesos de liberación nacional democrático-sociales de los pueblos y naciones oprimidas.



La crisis que provoca la lucha inter-imperialista resquebraja la hegemonía de las fuerzas dominantes, debilita a los contrincantes en pugna, produce una “crisis en las alturas” y abre la oportunidad histórica para los pueblos y naciones oprimidas por los imperios.
La segunda gran crisis se inicia en 1929/32 y se cierra en el tratado de Bretton Woods en septiembre de 1944/46, 12/15 años después. La guerra comercial de los años 30’ deviene en lucha militar y en Guerra Mundial a partir del 39’.



La gran crisis que transitamos en la actualidad abre el tiempo de profundización de las luchas ínter-imperialistas y, al mismo tiempo, la Oportunidad Histórica para los pueblos y naciones del SUR. Los actores financieros con sus medios de comunicación y sus aliados locales intentan imponer la crisis y fomentar un clima de que “todo se viene abajo”, como sucede en los países dominados por las redes financieras. Sin embargo, las fuerzas nacionales de Nuestra América observan este momento, a través de las enseñanzas históricas, como una inmejorable Oportunidad para construir los proyectos de integración autónoma y emancipación definitiva.



[1] Este articulo forma parte del proyecto de investigación en curso acerca de los cambios
estructurales que produce y forma parte la Crisis Financiera Global de 2007/8.
[2] CIEPE –Centro de Investigaciones en Política y Economía.



Autores: Lic. Walter Formento
Dr. Adriana Riss
Lic. Gabriel Merino

Noviembre-Diciembre de 2008.

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