Desde el Movimiento Universitario SUR entendemos que todos los sectores que supimos resistir al neoliberalismo, que dimos pelea para que este no se manifieste en lo que finalmente fueron las leyes Federal de Educación y de Educación Superior, que estuvimos junto a nuestro pueblo en las gloriosas jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, en definitiva, los sectores que desde el pueblo siempre peleamos por una Argentina para todos y todas, hoy debemos comprender el nuevo escenario en el cual estamos insertos.
En Latinoamérica toda, y en nuestro país en particular, hay vientos de cambio. Debemos ser todos aquellos que supimos resistir durante años a la entrega de nuestro país y de todas sus instituciones los que debemos aportar fuertemente a la reconstrucción de la Argentina.
No son las estructuras políticas tradicionales las que podrán dar respuesta a nuestro pueblo, ni tampoco las que aporten a la reconstrucción de una nueva Universidad. La democratización de la UNLP no la tendremos poniendo a la policía, como así lo creen algunos, ni tampoco, por otra parte, como plantea la Federación Universitaria de La Plata (FULP) impidiendo sistemáticamente la posibilidad de discusión genuina, queriendo traccionar la realidad hacia sus intereses sectoriales; tampoco lo haremos sesionando por internet.
En la UNLP existen condiciones para aportar a una transformación para bien, para nuestro pueblo. Creemos que el movimiento estudiantil puede dar un gran aporte a la universidad en la cual éste sea protagonista de la reconstrucción social. Sabemos que esto se torna complejo, viendo que hacia dentro del movimiento estudiantil hay sectores que solo están pensando en el escenario electoral de cara a las elecciones de la Federación Estudiantil. Esto es lo que no debemos hacer y que los medios de comunicación se encargan de difundir (esperamos mayor seriedad de parte de estos últimos, viendo que hay temas muy sensibles que hacen a la vida universitaria).
Hoy tenemos la reforma del Estatuto como posibilidad para transformar la Universidad. Creemos que la discusión debe ser entre todos los que integramos la vida cotidiana de nuestra universidad (alumnos, docentes, no docentes, etc.), pero también debe estar presente la realidad que esta por fuera de las paredes de la UNLP. Así, los movimientos sociales deben estar discutiendo a la par nuestra (¿quienes sino ellos dieron respuesta a su pueblo cuando este caía en el hambre y la miseria y hoy necesitan del asesoramiento técnico para desarrollar el cooperativismo en cada uno de los barrios de la zona?), también las pequeñas y medianas empresas (quienes sostendrán un nuevo sistema productivo necesarios para levantar a nuestro país y de paso a la distribución de la riqueza?), también todo el movimiento estudiantil que quiere una nueva “extensión” universitaria, vital para nuestra formación, participación y relación con los problemas de nuestro pueblo.
Nuestra Universidad se encuentra atravesada por debates muy importantes. Es necesario estar a la altura de los acontecimientos, y no desconocer o interpretar como queramos lo que claramente dice nuestro pueblo
Ignacio Galarreta
Movimiento Universitario SUR
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